jueves, 30 de septiembre de 2010

EL MUNDO ESTA EN TI



EL ESPIRITU Y EL MUNDO
La nueva conciencia emergida tras El Juicio nos trae con El Mundo un sentimiento de Unidad, de Totalidad. El Mundo es nuestro porque al fin hemos comprendido que somos el mundo, que no hay disociación entre el Yo y el Nosotros. El Mundo representa la completa unión de nuestros centros mental, emocional, corporal y creativo. El viaje del Loco llega a su fin, o mejor dicho, retorna al Origen concienciado ya de quien es realmente.

Con El Mundo recordamos que la felicidad no consiste en un logro personal sino en la plena integración con el Plan Cósmico; con este Arcano encontramos nuestro lugar en el puzzle universal y en él nuestra misión en este paréntesis de la existencia que es la vida terrenal. El trabajo a realizar con la carta del Mundo consiste en darse cuenta de que de la diversidad manifestada retornamos a la Unidad, algo que nunca hemos dejado de ser pero que era preciso experimentar en su vertiente dual pues esa es la visión que de la Unidad se tiene en esta vida; de otra manera no podríamos vencer las pruebas a las que nos vemos sometidos al desconocer la polaridad de los opuestos y, por lo tanto, no podríamos evolucionar como espíritus dado que únicamente encarnándonos en un cuerpo podemos llevar a cabo este trabajo evolutivo.

Llegados aquí experimentamos una gran plenitud, nos sentimos realmente protegidos, sólo las energías positivas vienen a nosotros y empezamos a irradiar un magnetismo que hace que las demás personas se sientan a gusto en nuestra compañía. Literalmente no es que nos convirtamos en seres andróginos pero compartimos características de ambos géneros a nivel mental y emocional. De hecho ya no cabe hablar de sexos sino de Totalidad. Hemos traspasado la barrera de lo personal para entrar en el ámbito de lo transpersonal lo que supone también el desarrollo de la capacidad de ir aún más allá, de seguir desarrollándose. La figura que aparece dentro de la mandarla está danzando. La danza es, junto con la música, sinónimo de vida; simboliza el acto de la creación y danzar en el interior de la mandarla sugiere que, en ese espacio sagrado, lo que llamamos realida conecta con la Eternidad. Al fin el ser humano se revela como persona completa que es y a lo que debe aspirar en esta vida.

Así el Arcano XXI viene a confirmar una vez más el por qué el Arcano XIII no tiene nombre y es porque la muerte en sí no existe, es sólo un paso a otro nivel, pero lo más interesante es que además nos demuestra que es imposible buscar la perfección en este mundo. Como hemos estudiado, el nº 8 se relaciona con la imagen de la Justicia, sinónimo de perfección, aunque si aplicamos el principio de analogía igual que hicimos con el Arcano XIII, podríamos afirmar que si de verdad existiese la perfección, esa carta se encontraría al final de la baraja, pero tampoco es así.

Por lo tanto el estado ideal, de individuación, de la persona es el de compleción tal y como nos indica la carta del Mundo. Eso no significa que quien ha conseguido llegar a ese estado se convierta en alguien especial e inaccesible; al contrario, quien se encuentra en ese estadio de evolución es quien se ha dado cuenta que él y los otros forman la misma Entidad, la misma Conciencia y que sus deseos, anhelos, pensamientos y problemas son, prácticamente, los mismos. Esa persona, cuando mira a alguien, se reconoce en él y de ahí surge la compasión, el amor incondicional, el ágape (*). Al fin comprende que el darse a los demás es su misión en la vida, es la misión de todo aquel que quiera definirse como ser humano.

miércoles, 15 de septiembre de 2010