lunes, 1 de marzo de 2010

TAROT Y SINCRONICIDAD

La Sincronicidad es un fenómeno observado por Carl Jung y supone la ocurrencia de dos eventos que no están asociados ni causalmente ni teleológicamente (sin una finalidad en el orden natural), pero que tienen una relación significativa; en otras palabras, la Sincronicidad significa que la coincidencia de sucesos en el espacio y en el tiempo es algo más que un mero azar; es una peculiar interdependencia de los sucesos objetivos entre sí, así como respecto de los estados subjetivos del observador. Ambos componentes, el objetivo y el subjetivo no poseen una causa común, no se puede demostrar científicamente qué genera el fenómeno. Y aunque la ciencia ha avanzado en mediciones cada vez más minuciosas de la realidad (su supuesta realidad), al llegar al terreno de lo subjetivo se ha encontrado con que le es totalmente imposible medir, predecir o manipular las variables. En el caso concreto del Tarot, las cartas muestran situaciones tanto objetivas como subjetivas, es decir, pueden quedar en evidencia tanto aspectos de la realidad concreta y tangible como de la realidad emocional o intelectual. La Sincronicidad, de alguna manera, nos indica que el tiempo, tal como lo concebimos (pasado-presente-futuro) parece no existir: según el tema planteado, y por ello las cartas mostrarán tanto aspectos del pasado como del presente o del futuro del consultante. Para el inconsciente, el espacio y el tiempo son relativos. El conocimiento se adquiere en un continuo espacio-temporal donde el espacio ya no es el espacio que podemos “tocar”, ni el tiempo es el tiempo “mesurable”. Relacionando Sincronicidad y Tarot notaremos que éste es una especie de mapa de la conciencia humana, un mapa óptico, un conjunto de símbolos visuales que reflejan (el Tarot es un espejo) los cambios internos y externos del ser humano. Este lenguaje simbólico afecta esencialmente a los aspectos no racionales de la conciencia humana, como los sueños o el I-Ching y cuando la mente intenta explorar el símbolo se topa con los límites de la razón. Jung afirmó que cuando se consulta el Tarot lo que se lee es la propia vida del consultante, los símbolos sugieren el significado de su vida. Por ello recogen lo que hay de más inmediato, de más evidente, presentan sus experiencias, reflejan sus propias pasiones, sus deseos inconscientes, dado que los símbolos se materializan a través del inconsciente. Nada sucede por casualidad, ya que según las creencias relacionadas con la psicología humanista, la casualidad ni siquiera existe.

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